lunes, 23 de junio de 2014
El niño que cambió sus ojos por un sándwich de salame (undécima entrega)
Esa noche volvieron los carteles y con ellos la renovada ilusión de conocer ese fantástico mundo que tanto había esperado. Persiguió las calles oscuras durante días enteros intentando descifrar la ubicación. Tuvo hambre y tomó una sopa de flores que consiguió en la entrada de una librería, en una esquina que daba a una plazoleta con árboles cubiertos de moho. Escuchó por primera vez esa voz deforme que lo desafiaba y vio, entre unas hojas muertas, el sonido de un felino pequeño desplazarse febrilmente. Abandonó lo que quedaba de su sopa ya tibia y emprendió el viaje que cambiaría sus percepciones para siempre.
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Peculiar titulo. Se me ocurre tantas maneras de como lo descubríste. Tus referencias intertextuales son esplendidas.
ResponderEliminarSaludos : el dromedario
http://youtu.be/KRn_TLUWtoQ