jueves, 5 de julio de 2012

Juan Román Riquelme: volver al futuro

A ROMÁN, CON CARIÑO...

Hoy mi torpe pluma no me permite expresar lo que siento, ni decir lo que pienso. Me resisto a los falsos sentimentalismos y a las bajas cursilerías. Sin embargo, mi torpe pluma insiste y me lleva a postear (testimoniar, testificar, atestiguar) que yo lo vi parar la pelota; festejar un pase-gol; derrotar a Bonano, a Constanzo, a Comizzo, a Vega; ganar en Brasil; ganarle a Brasil; hacer el "Topo Gigio" (porque a su hija le gustaba) por primera vez en la Bombonera; pedirla cuando nadie la quería; tenerla cuando todos la buscaban; jugar lesionado; tirarle un caño a Yepes; pisársela a Roberto Carlos, a Makelele, incluso a Figo; humillar a Chilavert; defender a un compañero; denunciar a los violentos; dar la cara en las derrotas; no gritar un gol; jugar sin entrenar; hacer jugar a Messi; abrazar a Palermo; defender sus principios; enfrentar a los poderosos; elogiar al rival; llorar contra el Bayern... Yo lo vi "jugar a la pelota", yo lo vi sonreír. Yo lo vi feliz. Y hoy, no me alcanza el tiempo pero siento nostalgia. Debutó con la 8 y se fue ovacionado. Se juntó con Pablito y salieron campeones del mundo. Hinchas del Palmeiras tienen su casaca, hinchas del Corinthians, también. Jugó en el Barcelona y llevó al Villarreal a lo más alto. En Japón, dio un espectáculo; de Alemania, se fue ganador, en Sudáfrica (sin viajar), fue un ejemplo. Por ser antipático, se ganó antipatías, por jugar al fútbol, idolatrías. Si pudiera viajar en el tiempo...

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