Prender el proyector, analizar un poema, apagar el proyector pueden ser (y son) acciones de la vida misma, pero en el instante en el que un alumno se detiene y señala los restos (todo objeto supone algún sujeto; toda contemplación, una mirada), esa forma de vida deviene algo más. Qué. No sabría decirlo.
martes, 13 de noviembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
se te entiende mucho capo ehh
ResponderEliminar