sábado, 24 de diciembre de 2011

Vargas Llosa Navideño

La tienda de libros (decir "librería" sería un exceso) Yenny recluta, para estas fechas de álgidas ventas, vendedores (bah, personas que enfrentan las ansias de los compradores, a decir verdad) que, como es de esperar, nada conocen sobre los libros de literatura, cine o arte que la tienda ofrece, además de puntos eXtra para cambiar por bagatelas de cuarta. Lo siguiente aconteció, inevitablemente, mientras realizaba mis últimas compras navideñas:

-¿Qué tal?- digo cortésmente, aunque algo expeditivo, ante la mirada estupefacta de un púber uniformado. -Estoy buscando el último de Vargas Llosa- explico.
 -Perdón... ¿cuál?- esboza el vendedor.
-El-último-de-Vargas-Llosa- articulo mejor, mi modulación no es evidente, reflexiono.
-Me mataste- responde. Claro, para alguien nuevo tampoco es evidente cuál es la última novela del escritor peruano.
-Yo tampoco recuerdo el título, pero debería estar exhibido, es una novela relativamente nueva- comento, como para distender los nervios del vendedor. A fin de cuentas, no era grave el asunto.
-Lo busco en la computadora...- propone. Acepto, aunque la situación ya comenzaba a perturbarme. -¿Cómo era el nombre...?- me pregunta con voz entrecortada, el sujeto que vestía una chomba de la tienda.
-Vargas Llosa, Premio Nobel- ya sin paciencia.
-Me lo vas a tener que deletrear- farfulla.
-¡Vargas Losa!- vocifero.
-¿Con v corta o con b larga?

Todo finaliza con un "muchas gracias muchas gracias", decidido a continuar por mi cuenta. Finalmente tomo El sueño del celta y me dirijo hacia la caja, para pagar y ser beneficiado con mis puntos eXtra.

A fin de cuentas, la culpa no es del chancho sino de quien lo contrata.

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