sábado, 3 de septiembre de 2011

El hombre es un ser discutidor

La crítica en tanto actividad meramente humana encuentra su placer en la experiencia de la discusión. Sin discusión, desaparece el placer y lo humano pierde forma, languidece. La sanidad (y la búsqueda del placer) es la discusión; su ausencia es, entonces, síntoma de enajenación. Ya lo dijo Wilde: la conversación prevalece como fundamento para todas las relaciones humanas.

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