martes, 17 de agosto de 2010

Propina cero

Milión
Zona: Recoleta
Ambiente: Casona antigua
Gente: Cool
Volumen de la música: Adecuado
Precio: Pretencioso

Calificación: Quizá vuelva


Una cierta incomodidad física me perturbó casi sin darme cuenta, durante toda la noche, dado que la ubicación de las mesas no era, indudablemente, la adecuada. Las meseras (pechugonas) correteaban de un lado a otro, siempre con la sensación (no muy agradable, por cierto) de que un café o un salmón ahumado terminarían en mi cabeza. Pero vamos por pasos. La bebida fue un contra: la cerveza no estuvo fría y el daikiri de albahaca no tuvo gusto a albahaca. La atención, lo peor: la cara de idiota del pobre (pero no servil) mesero que nos atendió se correspondía perfectamente con su comportamiento. Es regla, tener cara de idiota... Para obtener la bendita (pero tibia) cerveza fue necesario encargarla en tres (3) oportunidades. Lo único que trajo en un santiamén fue la cuenta, y eso siempre es bueno porque cuando uno pide la cuenta es porque quiere irse, no porque quiera pagar.

Aunque me dejó una sensación de poco, la velada en general no estuvo mal, pero eso seguramente tenga que ver con que uno decide que la actividad se realice en compañía.

A continuación un pequeño detalle de la orden y sus respectivos comentarios.

Picada Milión
Langostinos en leche de coco y aceite de palma / Sabrosos pero fríos
Pollo rebozado en sésamo / Simples y pequeños trozos de milanesa de pollo
Albóndigas de cordero con salsa de tomates y lima / Exquisitas
Buñuelos de espinaca con salsa de queso / Interesantes
Queso criollo / Desabrido
Chorizo de campo / Simplemente chorizo del super
Paté chacarero / Intocable (uno no sabe lo que come)
Aceitunas / Aceitunas

Postre
Fundente tibio de chocolate con helado de vainilla / Delicioso (pero un tanto escueto)

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